Aumenta el número de españoles encarcelados en el extranjero

[Publicado el 25-10-2007 en ADN.es]
En los últimos cuatro meses se han detenido en el exterior a 170 españoles. Son ya 1.729 los ciudadanos que cumplen condena fuera del país, el 76% de ellos por asuntos relacionados con las drogas
Las cárceles españolas no son ideales pero en comparación con las prisiones de otros muchos lugares en el mundo pueden ser consideradas un paraíso enrejado. Esto bien lo saben los 1.729 españoles que permanecen encarcelados en el extranjero, según los últimos datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

Desde el pasado mes de marzo, este número ha crecido en 170 personas y ha disparado una cifra que se había mantenido estable, entre los 1.500 y los 1.600 presos, durante los últimos cinco años.

Las peores prisiones

Desde la Fundación Ramón Rubial, institución que presta todo tipo de ayuda a españoles en el extranjero, aseguran que los presos españoles que se encuentran en peores condiciones son aquellos que cumplen sus condenas en las cárceles sudamericanas, donde "las mafias controlan las penitenciarías, la droga y las armas de fuego son habituales y hay zonas en las que ni los funcionarios, muchos de ellos corruptos, se atraven a entrar".

Dolores Osorio, coordinadora del Programa de Presos Españoles en el Exterior de la Ramón Rubial afirma que "en muchas de las cárceles los presos no tienen las necesidades básicas de comida o cama cubiertas y todo se ha de comprar".

En estos lugares los detenidos españoles reciben una ayuda mensual de los Consulados, de entre 100 y 120 euros, para cubrir las mencionadas carencias. Esta cantidad cumple también otra función oficiosa: "Es un auténtico seguro de vida. A los españoles no se les mata porque se les puede sacar dinero".

Ayuda a los presos españoles

España tiene firmados acuerdos de traslado con 96 países. Estos convenios permiten que aquellos que lo soliciten puedan cumplir sus penas en cárceles nacionales. En cualquier caso, los traslados no se producen nunca hasta que no ha habido un juicio y una condena en firme. Además, desde que se solicitan hasta que se conceden puede pasar entre un año y un año y medio.

En ausencia de convenio, o por no ser posible su consecución, no existe base jurídica para proceder al traslado.

Durante el tiempo que permanecen encarcelados en el extranjero, los presos cuentan con el apoyo de los consulados de España en el país en el que se encuentren, aunque las visitas mínimas establecidas son una cada seis meses.

Para todos aquellos que soliciten su ayuda, la Fundación Ramón Rubial actúa como una especie de ángel de la guarda, asesorando a los detenidos en todos los aspectos. Actualmente llevan los casos de unos 400 presos, la práctica totalidad de los cuales se encuentra en países en vías de desarrollo.

Países y condenas

Francia es el país que encabeza el número de españoles en sus cárceles (186). Perú (150), Marruecos (141), Alemania (130) y Portugal (128) son los cuatro siguientes.

En cuanto a condenas, los españoles cuya situación es más grave son Pablo Ibar y Nabil Manakli, condenados a muerte en EE. UU. y Yemen, respectivamente. Ibar hace 13 años que está en una cárcel de Florida por un triple asesinato, mientras que Manacli fue hallado culpable de terrorismo.

En Grecia y en Filipinas, Ramón López Patiño y Paco Larrañaga, cumplen penas de cadena perpetua. Patiño fue detenido con un vehículo cargado con 26 kilos de heroína, mientras que Larrañaga, a quien se le conmutó recientemente la condena a muerte por la de prisión de por vida, está en la cárcel por un doble asesinato.

El español que ha pasado más tiempo en una cárcel extranjera ha sido José Juan González Beltrán, quien estuvo 16 años en Egipto por tráfico de drogas. Detenido en 1988 y condenado a cadena perpetua no fue trasladado a España hasta 2004.

Perfil de los detenidos

El perfil tipo del preso español en el extranjero es el de un hombre joven, de nivel económico bajo y que cumple una pena por un asunto relacionado con el consumo y el tráfico de pequeñas cantidades de estupefacientes.

Un dato alarmante es el hecho de que el 76% del total de quienes cumplen penas fuera de España lo hace por asuntos relacionados con las drogas. Los ministerios de Sanidad, Justicia, Interior, así como la Fundación Ramón Rubial, conscientes de ello, mantienen una campaña de información y prevención alertando a todos los españoles sobre este hecho con lemas como "Si te acercas a las drogas tu viaje puede hacerse eterno".

La mayoría de los encarcelados por drogas eran conscientes de estar cometiendo un delito en el momento en el que fueron descubiertos, pero suelen ser víctimas de las mafias del tráfico de sustancias ilegales, quienes buscan entre los colectivos más necesitados económicamente 'mulas' para su negocio.

Así, personas que de manera habitual son consumidoras de drogas y que han contraído deudas económicas por este motivo, los recién separados e, incluso, los enfermos, suelen prestarse a este peligroso juego. Últimamente, la mayoría de estos 'correos' suelen ser varones, cada vez más jóvenes, y mujeres.

En cuestión de género, y aunque no existen datos oficiales, sólo el 10% de los encarcelados fuera de España son mujeres.

En relación también con los estupefacientes, cabe recordar que el desconocimiento de las leyes de un determinado país no exime a quien se halla en su territorio del castigo por haberlas infringido.

En este sentido, Osorio cuenta el caso de una joven española que fue condenada a un año de prisión en Túnez por encontrársele una cantidad de droga mínima, únicamente válida para un porro. En Emiratos Árabes, al menos otros dos españoles han corrido una suerte similar, según la misma fuente.

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